miércoles, 13 de junio de 2012

EKAINA

UDA




Es la mañana llena la tempestad en el corazón del verano
Como pañuelos blancos de adios viajan las nubes
el viento las sacude con sus viajeras manos
Imnumerable corazón el viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado
Zumbando entre los árboles,orquestal y divino
como una lengua llena de guerras y cantos
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvia las flechas latientes de los pájaros
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancias sin peso,y fuego inclinado
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento de verano.

Poema 4. Pablo Neruda (1904-1973)



Andrew Wyeth
(1917-2009)











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